miércoles

tal vez desde que estoy en este lugar me haya vuelto un poco más loca. cada día la rutina te hace estructurarte, ser parte de un ritual. hoy repetí esa palabra una 50 veces en una presentación. explicaba que un ritual es algo ancestral y que es algo como una ceremonia en la que sigues pasos... luego de mencionar eso mi mente quedó en blanco en plena reunión y solo me transporte al corazón de mis palabras. una rutina, un ritual. cada mañana.

y la hipocresía. ver la cara soberbia del hijo del dueño en el ascensor hoy me produjo repulsión. traté de pensar: si yo hubiera nacido con tanto dinero en mi cuna tal vez no sería tal como soy. sería igual de petulante que este tipo. tendría la misma manicure. hablaría igual de pedante. llegaría fresca a esa hora y miraría hacia abajo a los demás que entran apretujados en el ascensor. oh si, los miraría hacia abajo. pobres mortales.

no. no sería así ni con todo el dinero del mundo. el mundo me seguiría doliendo, las caras de angustia de la gente me seguirían importando. no me burlaría ni del peinado raro ni de los zapatos baratos de uno u otro. no pondría cara de todo esto es mío, bésame los zapatos. no.

por otro lado, solo van tres días de este nuevo año y ya tengo un nudo en la espalda. sigo cansada pero cuando duermo no descanso. quisiera soñar que me gano un cuarto o un octavo de la lotería, para que más. me voy a sentar en una banca a esperar que llegue la revolución.

mi revolución.